Canal 19x24,5,Lienzo
En este cuadro de tendencia claramente impresionista el autor recoge una calle de un pueblo con una notable perspectiva y a ambos lados las casas corrientes, normales que lo franquean, un pueblo que puede ser cualquiera. Un viejo puente de piedra cruza los dos lados de la misma y ocupa la parte central de la pintura con un arroyo o pequeño rio discurriendo por su cauce. No se ve ni un alma, lo que lleva al espectador a percibir una sensación de calma, pero también de vacío, de soledad. Quizá estamos ante uno más de esos pueblos vacíos de España.
Es un paisaje extremadamente rural.Llama la atención que no exista una barandilla de protección junto al rio , y el suelo parece estar sin asfaltar.
Toda la pintura se ha llevado a cabo con la paleta de colores naturales, ocres por la tierra y los verdes de la vegetación. Es una imagen sencilla, natural , tranquila , que contrasta con nuestra vida diaria y que puede aportar esa serenidad al espacio en que se cuelgue
En este cuadro de tendencia claramente impresionista el autor recoge una calle de un pueblo con una notable perspectiva y a ambos lados las casas corrientes, normales que lo franquean, un pueblo que puede ser cualquiera. Un viejo puente de piedra cruza los dos lados de la misma y ocupa la parte central de la pintura con un arroyo o pequeño rio discurriendo por su cauce. No se ve ni un alma, lo que lleva al espectador a percibir una sensación de calma, pero también de vacío, de soledad. Quizá estamos ante uno más de esos pueblos vacíos de España.
Es un paisaje extremadamente rural.Llama la atención que no exista una barandilla de protección junto al rio , y el suelo parece estar sin asfaltar.
Toda la pintura se ha llevado a cabo con la paleta de colores naturales, ocres por la tierra y los verdes de la vegetación. Es una imagen sencilla, natural , tranquila , que contrasta con nuestra vida diaria y que puede aportar esa serenidad al espacio en que se cuelgue
En este cuadro de tendencia claramente impresionista el autor recoge una calle de un pueblo con una notable perspectiva y a ambos lados las casas corrientes, normales que lo franquean, un pueblo que puede ser cualquiera. Un viejo puente de piedra cruza los dos lados de la misma y ocupa la parte central de la pintura con un arroyo o pequeño rio discurriendo por su cauce. No se ve ni un alma, lo que lleva al espectador a percibir una sensación de calma, pero también de vacío, de soledad. Quizá estamos ante uno más de esos pueblos vacíos de España.
Es un paisaje extremadamente rural.Llama la atención que no exista una barandilla de protección junto al rio , y el suelo parece estar sin asfaltar.
Toda la pintura se ha llevado a cabo con la paleta de colores naturales, ocres por la tierra y los verdes de la vegetación. Es una imagen sencilla, natural , tranquila , que contrasta con nuestra vida diaria y que puede aportar esa serenidad al espacio en que se cuelgue