Licor de naranja 24x35,Lienzo

1250,00 €

Este bodegón de tendencia impresionista retrata una frasca de contornos imprecisos y desdibujados que contiene un licor de naranja. A su lado hay una solitaria  naranja. Materia prima y producto elaborado. Causa y resultado. No es casualidad que en diversos rituales esotéricos dicha fruta  aparezca vinculada al deseo y a la potencia.

Si nos fijamos tanto el bote  como la naranja presentan contornos imprecisos, incluso la naranja parece haber sido mordisqueada.  Al fondo encontramos una alacena en la que se expone un plato y lo que parece una jarra. Nuevamente una escena de hogar aparentemente cotidiana trasciende su significado.

Colores morados, amarillos, blanco y un naranja rompedor en primer plano acaparando protagonismo como símbolo subyacente de toda la composición.

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Este bodegón de tendencia impresionista retrata una frasca de contornos imprecisos y desdibujados que contiene un licor de naranja. A su lado hay una solitaria  naranja. Materia prima y producto elaborado. Causa y resultado. No es casualidad que en diversos rituales esotéricos dicha fruta  aparezca vinculada al deseo y a la potencia.

Si nos fijamos tanto el bote  como la naranja presentan contornos imprecisos, incluso la naranja parece haber sido mordisqueada.  Al fondo encontramos una alacena en la que se expone un plato y lo que parece una jarra. Nuevamente una escena de hogar aparentemente cotidiana trasciende su significado.

Colores morados, amarillos, blanco y un naranja rompedor en primer plano acaparando protagonismo como símbolo subyacente de toda la composición.

Este bodegón de tendencia impresionista retrata una frasca de contornos imprecisos y desdibujados que contiene un licor de naranja. A su lado hay una solitaria  naranja. Materia prima y producto elaborado. Causa y resultado. No es casualidad que en diversos rituales esotéricos dicha fruta  aparezca vinculada al deseo y a la potencia.

Si nos fijamos tanto el bote  como la naranja presentan contornos imprecisos, incluso la naranja parece haber sido mordisqueada.  Al fondo encontramos una alacena en la que se expone un plato y lo que parece una jarra. Nuevamente una escena de hogar aparentemente cotidiana trasciende su significado.

Colores morados, amarillos, blanco y un naranja rompedor en primer plano acaparando protagonismo como símbolo subyacente de toda la composición.