Licoreras 60x82,Lienzo
Nos encontramos ante una pintura que plasma cinco licoreras o recipientes sobre una mesa simple de madera y de fondo un extraño fondo que parece estar formado por escamas superpuestas, o alguna especie de tejido vivo. De las licoreras tres (no es casualidad) aparecen cerradas y dos descubiertas.
El que se trate de cinco recipientes no es accidental. En la masonería, el cinco es un número sagrado, inferior en importancia sólo al tres y al siete. Es especialmente significativo en el Grado de Compañero, donde se necesitan cinco miembros para mantener una Logia , y donde, en la escalera de caracol, los cinco escalones se refieren a las órdenes de la arquitectura y a los sentidos humanos.
Además del cinco en esta pintura adquiere relevancia el tres (botellas cerradas)que guardan la esencia de la masonería y constituyen el triángulo inconmovible e imperecedero de los tres valores fundamentales , Libertad, Igualdad y Fraternidad.
La pintura se ha llevado a cabo con un predominio total del color violeta y las gamas de morados . El violeta es un color asociado a la sabiduría , la creatividad, la espiritualidad, y el misterio. Junto con el morado representa el futuro, la imaginación y los sueños, la activación de la actividad psíquica y la iluminación espiritual.
El fondo del cuadro lo constituyen lo que parece un tejido vivo o escamas. Las escamas, símbolos de protección y transformación, nos invitan a interiorizar en nuestra propia naturaleza y conectarnos con nuestra intuición. Simbolizan la belleza frágil de la naturaleza y la necesidad de mantener su frágil equilibrio .
Por todo ello podemos observar como en este cuadro además de su apariencia y belleza estética subyace una serie compleja de interpretaciones más profundas.
Nos encontramos ante una pintura que plasma cinco licoreras o recipientes sobre una mesa simple de madera y de fondo un extraño fondo que parece estar formado por escamas superpuestas, o alguna especie de tejido vivo. De las licoreras tres (no es casualidad) aparecen cerradas y dos descubiertas.
El que se trate de cinco recipientes no es accidental. En la masonería, el cinco es un número sagrado, inferior en importancia sólo al tres y al siete. Es especialmente significativo en el Grado de Compañero, donde se necesitan cinco miembros para mantener una Logia , y donde, en la escalera de caracol, los cinco escalones se refieren a las órdenes de la arquitectura y a los sentidos humanos.
Además del cinco en esta pintura adquiere relevancia el tres (botellas cerradas)que guardan la esencia de la masonería y constituyen el triángulo inconmovible e imperecedero de los tres valores fundamentales , Libertad, Igualdad y Fraternidad.
La pintura se ha llevado a cabo con un predominio total del color violeta y las gamas de morados . El violeta es un color asociado a la sabiduría , la creatividad, la espiritualidad, y el misterio. Junto con el morado representa el futuro, la imaginación y los sueños, la activación de la actividad psíquica y la iluminación espiritual.
El fondo del cuadro lo constituyen lo que parece un tejido vivo o escamas. Las escamas, símbolos de protección y transformación, nos invitan a interiorizar en nuestra propia naturaleza y conectarnos con nuestra intuición. Simbolizan la belleza frágil de la naturaleza y la necesidad de mantener su frágil equilibrio .
Por todo ello podemos observar como en este cuadro además de su apariencia y belleza estética subyace una serie compleja de interpretaciones más profundas.
Nos encontramos ante una pintura que plasma cinco licoreras o recipientes sobre una mesa simple de madera y de fondo un extraño fondo que parece estar formado por escamas superpuestas, o alguna especie de tejido vivo. De las licoreras tres (no es casualidad) aparecen cerradas y dos descubiertas.
El que se trate de cinco recipientes no es accidental. En la masonería, el cinco es un número sagrado, inferior en importancia sólo al tres y al siete. Es especialmente significativo en el Grado de Compañero, donde se necesitan cinco miembros para mantener una Logia , y donde, en la escalera de caracol, los cinco escalones se refieren a las órdenes de la arquitectura y a los sentidos humanos.
Además del cinco en esta pintura adquiere relevancia el tres (botellas cerradas)que guardan la esencia de la masonería y constituyen el triángulo inconmovible e imperecedero de los tres valores fundamentales , Libertad, Igualdad y Fraternidad.
La pintura se ha llevado a cabo con un predominio total del color violeta y las gamas de morados . El violeta es un color asociado a la sabiduría , la creatividad, la espiritualidad, y el misterio. Junto con el morado representa el futuro, la imaginación y los sueños, la activación de la actividad psíquica y la iluminación espiritual.
El fondo del cuadro lo constituyen lo que parece un tejido vivo o escamas. Las escamas, símbolos de protección y transformación, nos invitan a interiorizar en nuestra propia naturaleza y conectarnos con nuestra intuición. Simbolizan la belleza frágil de la naturaleza y la necesidad de mantener su frágil equilibrio .
Por todo ello podemos observar como en este cuadro además de su apariencia y belleza estética subyace una serie compleja de interpretaciones más profundas.