Metro 33,5x46 ,Lienzo
El metro sólo en Madrid fue utilizado el año pasado por más de 340 millones de viajeros.Es por tanto un punto de encuentro entre un gran número de personas pero también para muchas personas que viajan a diario solas y silenciosas repitiendo los mismos trayectos un lugar donde se acentúa la soledad más intensa si estamos rodeados de multitudes.
Con este cuadro el pintor enlaza con una tradición en la que destacan excelentes pintores del siglo pasado, algunos como John Howe inglés afincado en Madrid cuyas obras retrataron aquellos hombres y mujeres llegados de provincias, gente noble y trabajadora, cuyos rostros veía en el metro de Madrid a diario.
Lily Furedi, de origen húngaro quien en “El metro “ 1934 nos sitúa dentro de un vagón del metro de Nueva York, como si estuviésemos sentados en uno de los asientos mirando de reojo a los demás.
Y sin duda alguna con Mark Rothkon quien no se interesó sólo por el interior de los vagones sino que se ocupó , como hace en este caso nuestro pintor, de los mismos andenes y estaciones. En su "Fantasía del metro". Hacia 1940. Washington ; "Metro" (1939). Nueva York; "Sin título. (Mujer en el metro)". Hacia 1938. Washington.
En este cuadro el autor se asoma a la ventanilla del metro desde la cual ve el anden sin personajes y los túneles que aparecen oscuros. Un contraste entre la oscuridad de la boca de los túneles y la luz que proyecta el resto del cuadro.No se ve ningún ser vivo aunque parece intuirse la figura humana en el extremo más izquierdo del cuadro y la forma de un abrigo de hombre. En el lado derecho un maletín negro.
Sabe captar como Rothkon la individualidad, la soledad en un sitio que por su naturaleza debería ser tumultuoso y provoca en el espectador una indefinible angustia de vacío.
Colores pálidos sólo contrastados por el rojo de la señalética de metro y pinceladas difuminadas dan forma a esta escena.
El metro sólo en Madrid fue utilizado el año pasado por más de 340 millones de viajeros.Es por tanto un punto de encuentro entre un gran número de personas pero también para muchas personas que viajan a diario solas y silenciosas repitiendo los mismos trayectos un lugar donde se acentúa la soledad más intensa si estamos rodeados de multitudes.
Con este cuadro el pintor enlaza con una tradición en la que destacan excelentes pintores del siglo pasado, algunos como John Howe inglés afincado en Madrid cuyas obras retrataron aquellos hombres y mujeres llegados de provincias, gente noble y trabajadora, cuyos rostros veía en el metro de Madrid a diario.
Lily Furedi, de origen húngaro quien en “El metro “ 1934 nos sitúa dentro de un vagón del metro de Nueva York, como si estuviésemos sentados en uno de los asientos mirando de reojo a los demás.
Y sin duda alguna con Mark Rothkon quien no se interesó sólo por el interior de los vagones sino que se ocupó , como hace en este caso nuestro pintor, de los mismos andenes y estaciones. En su "Fantasía del metro". Hacia 1940. Washington ; "Metro" (1939). Nueva York; "Sin título. (Mujer en el metro)". Hacia 1938. Washington.
En este cuadro el autor se asoma a la ventanilla del metro desde la cual ve el anden sin personajes y los túneles que aparecen oscuros. Un contraste entre la oscuridad de la boca de los túneles y la luz que proyecta el resto del cuadro.No se ve ningún ser vivo aunque parece intuirse la figura humana en el extremo más izquierdo del cuadro y la forma de un abrigo de hombre. En el lado derecho un maletín negro.
Sabe captar como Rothkon la individualidad, la soledad en un sitio que por su naturaleza debería ser tumultuoso y provoca en el espectador una indefinible angustia de vacío.
Colores pálidos sólo contrastados por el rojo de la señalética de metro y pinceladas difuminadas dan forma a esta escena.
El metro sólo en Madrid fue utilizado el año pasado por más de 340 millones de viajeros.Es por tanto un punto de encuentro entre un gran número de personas pero también para muchas personas que viajan a diario solas y silenciosas repitiendo los mismos trayectos un lugar donde se acentúa la soledad más intensa si estamos rodeados de multitudes.
Con este cuadro el pintor enlaza con una tradición en la que destacan excelentes pintores del siglo pasado, algunos como John Howe inglés afincado en Madrid cuyas obras retrataron aquellos hombres y mujeres llegados de provincias, gente noble y trabajadora, cuyos rostros veía en el metro de Madrid a diario.
Lily Furedi, de origen húngaro quien en “El metro “ 1934 nos sitúa dentro de un vagón del metro de Nueva York, como si estuviésemos sentados en uno de los asientos mirando de reojo a los demás.
Y sin duda alguna con Mark Rothkon quien no se interesó sólo por el interior de los vagones sino que se ocupó , como hace en este caso nuestro pintor, de los mismos andenes y estaciones. En su "Fantasía del metro". Hacia 1940. Washington ; "Metro" (1939). Nueva York; "Sin título. (Mujer en el metro)". Hacia 1938. Washington.
En este cuadro el autor se asoma a la ventanilla del metro desde la cual ve el anden sin personajes y los túneles que aparecen oscuros. Un contraste entre la oscuridad de la boca de los túneles y la luz que proyecta el resto del cuadro.No se ve ningún ser vivo aunque parece intuirse la figura humana en el extremo más izquierdo del cuadro y la forma de un abrigo de hombre. En el lado derecho un maletín negro.
Sabe captar como Rothkon la individualidad, la soledad en un sitio que por su naturaleza debería ser tumultuoso y provoca en el espectador una indefinible angustia de vacío.
Colores pálidos sólo contrastados por el rojo de la señalética de metro y pinceladas difuminadas dan forma a esta escena.